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21 de junio de 2014

Test: ¿Sufres de Violencia económica?




Test: ¿Sufres de Violencia económica?




1.- ¿Tu pareja te da menos gasto o se desentiende de las cuentas cuando están enojados? (luz, agua, gas, vivienda, despensa)

2.- ¿Tienes que pedirle permiso a tu pareja para comprarte un vestido o unos zapatos?

3.- ¿Él decide como se distribuye el dinero?

4.- ¿Piensa que el dinero que gana es de él y no de los dos?

5.- ¿No tienes idea cuánto gana ni dónde tiene guardado el dinero?

6.- ¿No te da gasto si no tienes sexo con él?

7.- ¿Se ha gastado el dinero que tenían asignado para determinada actividad en otra cosa sin justificación?

8.- ¿Pides prestado porque tu pareja no quiere cubrir algún gasto de la familia?

9.- ¿Controla tus ingresos?

10.- ¿Menosprecia el trabajo que haces en casa?


Evaluación

Respondiste SÍ a más de tres preguntas: ¡¡CUIDADO, tu pareja está ejerciendo violencia económica!!

¿Qué hacer?

Reconocer y admitir la situación
Lamentablemente, muchas mujeres no asocian la violencia doméstica con el abuso económico. Muchas   de las víctimas que sufren de este tipo de abuso ni siquiera han escuchado el término.

A menudo es difícil lograr que la mujer haga algo para detener este abuso, porque creen que su problema no es lo suficientemente serio o dañino como para intentar detenerlo.

En la mayoría de los casos, las mujeres permiten la violencia económica porque piensan que no son capaces de salir adelante solas. Muchas veces acaban por creerle a su pareja que nunca lograrán obtener un trabajo, y terminan supeditadas a la autoridad masculina.

Pero esto no tiene por qué ser así. Lo primero que tienen que hacer  es valorizarse, creer en ellas mismas y convencerse de que pueden obtener sus propios ingresos.

En el caso de Gabriela, quien dependía completamente de su esposo hasta hace unos meses, sus circunstancias la obligaron a buscar alternativas de trabajo. “He aprendido a cortar el cabello y hacer otras cosas que me han ayudado económicamente. Aunque me falta mucho por hacer, creo que he dado un gran paso y me siento muy contenta por ello”.

Si te identificas con lo antes mencionado, es necesario que te informes de qué está pasando con el dinero en tu hogar, qué deudas tienen, con qué ahorros cuentas, los tipos de seguro que se pagan , entre otras cosas.

Exige participación en las decisiones de dinero, conoce dónde están las copias de todos los papeles financieros importantes. Quizás al principio te resulte complicado, pero después te encantará saber dónde estás parada.

Actualmente existen centros de atención y leyes que apoyan a las víctimas de cualquier tipo de maltrato, pero lo importante es que decidas poner un alto a una situación perjudicial para ti y tu familia. La ayuda está al alcance para defender TUS derechos.


FUNDACION DE MUJERES ARTEMISA TE AYUDA….

Prevención

La mayoría de los estudios y análisis del tema enseñan que hay que formar una generación nueva, con otra perspectiva no sólo frente al dinero, su adquisición y administración, sino con la forma de interactuar con las parejas.

Una generación que siga creyendo que el dinero lo gana y lo administra el marido, y que la mujer sigue los dictados del varón, simplemente, seguirá creando violencia, dependencia, abuso y lucha de poder. En pocas palabras:  el que los varones se sientan proveedores despierta la dominación y el sometimiento, precisamente porque es el sentimiento que genera el saberse dueños absolutos del control.
Animar a las mujeres jóvenes a ser económicamente independientes, es darles herramientas para no caer en el juego de la dependencia emocional que las lleve a ser víctimas de violencia de género. Educar a los varones para entender que una pareja sana comparte la administración de los recursos sin luchas de poder, sino con equidad y equilibrio, es hacerle un favor a la siguiente generación.
Del mismo modo, se necesita generar una cultura donde se vea el trabajo de la mujer como digno y con igualdad, para evitar que sólo se vea como complementario, provocando "la invisibilidad" del trabajo femenino, otorgándole un carácter de menor trascendencia social.
Pensión alimenticia
Cuando un hombre se niega a dar la pensión alimenticia, incumple con un mandato constitucional, pero sobre todo niega un derecho fundamental de las mujeres y de sus hijos.
Esa situación, que por lo general provoca tensión en la relación de los ex cónyuges, es también una forma de violencia hacia la mujer que se deben combatir mediante disposiciones legales que pongan en claro que el cumplimiento de las obligaciones de un padre no está a negociación y, mucho menos, es voluntario.

La pensión alimenticia NO es un favor o una limosna. Es un derecho que todas las mujeres que han dedicado sus vidas al hogar tienen, y es una obligación que deben exigir a quien le corresponde otorgarla. El derecho de toda niña y mujer a vivir sin violencia es fundamental, y la violencia económica es un delito que debe denunciarse y castigarse. 

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